El diseño es algo que envuelve la vida de lo cotidiano. La dinámica diaria no nos hace ser conscientes de la importancia de los objetos, ya que representan la vida y evolución de lo social. Los objetos hablan por nosotros, son parte y extensiones de lo humano. Los objetos cumplen la función de impregnarnos de mil y una experiencias. Los seres humanos estamos rodeados de objetos creados para cumplir una misión.
La comunicación gráfica abarca y define la manera óptima de acercarnos a los objetos, espacios y escenarios de lo cotidiano. Nos acerca mediante los diferentes soportes y piezas de comunicación a las experiencias que deseamos sentir y vivir. El diseño gráfico abarca y comunica niveles de hábitos variados, concretándolos en mil y una marcas. Las marcas son los nombres que dan vida y presencia a los objetos que nos conforman en nuestra práctica de lo cotidiano, en nuestra experiencia y discurso público y privado.
DISEÑO GRÁFICO
El diseño, de manera general, ha evolucionado tomando características dispares, pasando de ser un emulador de estilos históricos, como sucedía en el siglo XIX, a producir diseño donde prima la innovación y la creatividad hacia lo nuevo. Surgido de la revolución industrial, Las Vanguardias, La Bauhaus, La Escuela Suiza, y otros tantos, forjan un nuevo concepto del diseño. En el Postmodernismo, este concepto se reformula y, paralelamente a este movimiento, surgen nuevos movimientos que reorientan el método y el enfoque de muchos diseñadores.
Durante el siglo XX el diseño gráfico ha sufrido una eclosión y se ha desarrollado como disciplina hasta llegar a nuestros días. En España este desarrollo ha sido mucho más lento aunque empieza a impartirse como disciplina a partir de la década de los 60.
Por otro lado, hoy en día, en nuestra vida cotidiana, resulta relevante el papel del diseño en general y, del diseño gráfico, en particular. Ya que, además de ser el vehículo que comunica la empresa con sus consumidores, inunda nuestro entorno proporcionando una mirada diferente y generando un nuevo valor social que determina la madurez y las características culturales de una población específica.
Como indica Lakshmi Bhaskaran “El diseño ya no se reduce a una simple cuestión de forma o función: es un lenguaje y, como tal, es necesario comprenderlo”.